Esta experiencia combina práctica culinaria y reflexión cultural, mostrando cómo el territorio, el clima y la geografía influyen en sus variedades y usos. Se prepararán recetas tradicionales con maíz criollo como punto de partida para reconocer la diversidad de semillas, técnicas y saberes asociados a este alimento ancestral.
A través de estas prácticas se abordará la historia y el papel fundamental del maíz en la cultura andina, resaltando su vigencia en la vida cotidiana y su valor como patrimonio alimentario y social.

